Dos personas allegadas a mí me han pasado un post en un blog acerca de la crisis que estamos viviendo en los útlimos tiempos. Esto ha hecho que me plantee, más que nuestro futuro como ciudadanos, nuestro más inmediato presente. No es que antes no me lo hubiera planteado, sino que aún no lo había plasmado por escrito.
Decir que la crisis está haciendo mella en la sociedad de hoy día no sería añadir nada nuevo. Sin embargo, muchos son las interpretaciones que podemos darle. Ninguna de ellas resulta alentadora. No es la primera ni será la última en que nos hallemos inmersos en una crisis de la que resulta difícil salir a flote, sin embargo, esta es la primera que vivo con uso de razón y tengo que reconocer que me asusta y mucho. También reconozco no tener muchos conocimientos de economía, por lo que no me adentraré en esta materia sino en otro aspecto que, relacionado o no, nos afecta día a día sin que nada parezca cambiar, al menos, de manera inmediata.
Hace ya tiempo, cuando empezábamos a hacernos conscientes de la que se nos venía encima, había una cosa que me creaba intranquilidad por las consecuencias que pudieran dejar: la influencia de los medios en la opinión pública. Por todos es conocido el peso que tiene el denominado cuarto poder en nuestra sociedad y de él penden causas y consecuencias, a veces, irreparables. En este caso, los medios de comunicación han influido, a mi modo ver, de manera muy negativa en el desarrollo de la crisis. Si bien los medios no sirven como herramienta a través de la cual conocemos realidades, por muy cruentas y desagradables que sean, también es cierto que dependiendo de qué modo utilicemos estas informaciones causaremos un efecto u otro sobre la sociedad. Sobre el ciudadano. Porque no hay que olvidar que los medios representan un servicio sine qua non el ciudadano no sería libre. Pero tampoco sería libre del todo si de toda esa información de la que disponemos creamos 'sobreinformación', saturación y, muy a menudo, manipulación. Es en este punto cuando el individuo deja de ser un sujeto libre para convertirse, en un sujeto manipulado y engañado. En este caso, aterrorizado.
Aterrorizado porque los medios han creado pavor, miedo, pánico y mucha mucha incertidumbre. Bien está informar de la situación, de la cruda realidad, de las consecuencias, de la duración, del porvenir de esta crisis... Pero lo que no está bien es sembrar el pánico día tras día relacionando cualquier noticia de la índole que sea con la consabida crisis. ¡Y es que poco ha faltado relacionar el cambio climático con la crisis...!
Como diríamos antes, los medios de comunicación son la herramienta fundamental para ejercer el derecho a informarse y, como tal, deben tener y ser conscientes de la responsabilidad social que tienen sobre su audiencia, el ciudadano. Por ello, deberían plantearse hasta qué punto han pronunciado aún más si cabe esta dichosa crisis debido a sus incesantes enunciados que no han causado más que temor y pánico entre los individuos. Han funcionado como un herramienta creadora de malos augurios, los cuales no nos dejaban ni a sol ni a sombra, ni un día ni otro.
También podrían haber dejado algún aliento para la esperanza o, al menos, no incidir de esta manera tan desmesudada dejando así a un individuo indefenso ante tal adversidad. El mundo está en crisis, pero también, la ética y responsabilidad periodística.
Blog creado para compartir ideas, expericencias, anécdotas y todo aquéllo que en un momento dado pueda pasarle a uno por la cabeza. El objetivo siempre será pasar un buen rato, entretener y, por qué no, reflexionar siempre y cuando la ocasión lo permita.
lunes, 17 de octubre de 2011
sábado, 15 de octubre de 2011
Vuelven Los Tres Mosqueteros
Muy fantasiosa y también cómica regresa la última versión de la mítica Los Tres Mosqueteros. A pesar de que la historia resulte más que mascada y consabida, lo cierto es que con un toque de efectos especiales y echándose mano de la comedia, la que fuera novela de Alexandre Dumas vuelve con más fuerza que nunca.

La sensualidad es otro rasgo clave de la cinta y que la hace diferente del resto. La ucraniana Milla Jovovich será la encargada de ponerle la guinda al pastel. Con una actitud picante en el que en más de una escena sube la temperatura, Milady de Winter consigue todo lo que se propone haciendo uso de su exhuberante físico. Asimismo, como ya acostumbramos en la que fuera la película que la lanzara a la fama, en más de una escena Milla nos recuerda al personaje que interpretara a Alice en Resident Evil debido a alguna que otra lucha en la que se ve involucrada.

Ni que decir tiene que esta última versión de la trepidante historia de los mosqueteros llevará a una segunda parte y, por qué no, a una tercera al más estilo Piratas del Caribe. Huele a trilogía.
Ahí dejo el trailer...
viernes, 7 de octubre de 2011
Gimnasio: objetivo cumplido
Hubo una vez que expuse aquí el deseo de apuntarme al gimnasio y admití no haberlo conseguido por unas causas u otras, las cuales "mi voluntad" era la granm culpable. Pues bien, como dije, no quería desistir y así lo he hecho. Me he apuntado al gym, como dirían muchas.
Hoy ha sido mi primera clase. Bueno, más bien clases, porque he ido a Pilates y GAP (gluteos, abdomen y piernas). Si os digo que he ido a primera hora de la mañana, es decir, a las 9:10 concretamente, la cosa empieza a cobrar mayor mérito. Si decimos que han sido dos clases una seguida de la otra, empieza a pintar aún mejor. Pues bien, son las 11:05 am y puedo decir que me siento orgullosa conmigo misma. Sin embargo, no puedo cantar victoria porque mi segundo objetivo comienza aquí: la constancia.
Soy consciente de que las agujetas serán un importante hándicap para cumplir este segundo objetivo pero, más posiblemente por suerte que por desgracia, cuente con alguien que me anime a seguir ahí para cultivar mi body o mi salud, según se mire. Sin duda agradezco, aunque a veces lo disimule, esa vocecita que anima a practicar deporte porque, sin ella, lo más probable es que lo del gimnasio nunca hubiera pasado por mi mente. Siempre lo rechacé.
Volviendo a las agujetas y todo lo que ello conlleva... puedo decir que según bajaba las escaleras para salir del gimnasio mis piernas temblaban hasta el punto de no sentir ni saber muy bien qué movimiento estaban ejecutando mis piernas. Más bien con la sensación de no saber andar... Mucho me temo que con esta sensación saldré más de una vez pero confío en coger el ritmo lo antes posible para que así pueda seguir cumpliendo objetivos.
Hoy ha sido mi primera clase. Bueno, más bien clases, porque he ido a Pilates y GAP (gluteos, abdomen y piernas). Si os digo que he ido a primera hora de la mañana, es decir, a las 9:10 concretamente, la cosa empieza a cobrar mayor mérito. Si decimos que han sido dos clases una seguida de la otra, empieza a pintar aún mejor. Pues bien, son las 11:05 am y puedo decir que me siento orgullosa conmigo misma. Sin embargo, no puedo cantar victoria porque mi segundo objetivo comienza aquí: la constancia.
Soy consciente de que las agujetas serán un importante hándicap para cumplir este segundo objetivo pero, más posiblemente por suerte que por desgracia, cuente con alguien que me anime a seguir ahí para cultivar mi body o mi salud, según se mire. Sin duda agradezco, aunque a veces lo disimule, esa vocecita que anima a practicar deporte porque, sin ella, lo más probable es que lo del gimnasio nunca hubiera pasado por mi mente. Siempre lo rechacé.
Volviendo a las agujetas y todo lo que ello conlleva... puedo decir que según bajaba las escaleras para salir del gimnasio mis piernas temblaban hasta el punto de no sentir ni saber muy bien qué movimiento estaban ejecutando mis piernas. Más bien con la sensación de no saber andar... Mucho me temo que con esta sensación saldré más de una vez pero confío en coger el ritmo lo antes posible para que así pueda seguir cumpliendo objetivos.
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