jueves, 25 de agosto de 2011

Bella Venecia, divina Ibiza...

Me gustaría compartir aquí mi buen y gran verano.
A pesar de no disfrutar de tantos días como me hubiera gustado tirada en la playa con una piña colada y que algún hombretón me abanicara, puedo decir que hacía tiempo que no gozaba de unas vacaciones tan buenas y con tan buena compañía. Mis destinos: Venecia-Verona e Ibiza. Mi compañía: Alfonso y mi rubia favorita Ana. (todo esto por separado, claro....).

Venecia no defraudó. Yo, rodeada de canales y canales a cual más bonito y de mi comida favorita: la pasta. Sin embargo, mi gran sorpresa fue un lugar de lo más colorido y divertido. Burano. Una isla que pertenece a Venecia la cual se puede acceder en vaporeto y merece más que la pena conocer. Podría atreverme a decir que tiene más encanto que Venecia!
A pesar de que en comidas y cenas no nos gastamos tanto como imaginábamos, tuvimos el mayor timo de la historia: un café y un dulce = 10 €. La cara de Alfonsito fue tal que yo me lo tomé a cachondeo...
De Verona puedo decir que es una ciudad preciosa cuyo Balcón defrauda más que en apariencia, en ubicación. Pero ir a unas ciudades así sin la mejor compañía no hubiera sido lo mismo... Un viaje, sin duda, inolvidable.

Mi segundo viaje fue con mi rubia Anita: Ibiza. Allí nos dirijimos con más ganas de playa que de otra cosa pero pudimos darnos cuenta que la fiesta casi nos secuestra. Todo una tentación, la cual lográbamos vencer gracias a los exponenciales precios de las entradas a las discotecas. Sin embargo, nuestra selección fue la mejor que pudiéramos hacer: Pachá (sesión Flower Power) y Privilage (sesión Supermartxe). Si decimos que la primera nos hizo ir a los años 70' con un temazo tras otro sin parar y que nos quedamos con ganas de más... creo que me quedaría corta. Una gran noche, para inaugurar nuestro viaje. De la Supermartxe... ni hablamos! La rubia encantada, con eso lo digo todo. Después de cerrar la sesión con el tema que reza su nombre, qué mejor que despedirnos con un una de las mas míticas canciones de la época: Love is in the air. Aunque no quisiéramos, la noche había concluido y tocaba coger el coche (el cual no tiraba ni aunque lo suplicaras y en más de una ocasión nos metió en algún que otro aprieto...) y poner rumbo a nuestro querido y más divino (la rubia sabe) hotel.

Pero esas no fueron nuestras únicas sesiones. Las sesiones de playa fueron las mejores. Mi moreno lo dice todo.  De todas las calas en las que estuvimos me quedo con una, la cual no recuerdo el nombre, pero estaba pegada a Tarida. Una pequeña cala cuyo acceso era bajando a pie y sin escaleras! La otra fue, sin duda, Formentera. Un auténtico Caribe rodeado de italianos.

Dos destinos. Dos compañías.

Mi gran decepción pirata

Después de cuatro años esperando la cuarta parte de Piratas del Caribe, he llegado a la conclusión de que donde caben tres no entran cuatro... Quizás ésta haya sido una decepción para mí pues, aunque reconozco que este tipo de películas no son mi fuerte, lo cierto es que esta saga me supo conquistar desde que se estrenara la primera parte. La primera decepción, y no última, fue la noticia de que Penélope Cruz iba a trabajar como co-protagonista junto al maestro Johnny Deep. Un actor que, por cierto, ha sabido crear un personaje como lo es Superman, Batman o cualquier otro de ficción. Jack Sparrow, es un personaje hoy día tan reconocido como los anteriores y tan característico que sólo Deep puede interpretar. Se trata de un personaje con una personalidad tal que le hace único en especie y que actualmente es difícil de lograr, dada la crisis inventiva que existe en el cine norteamericano. Dicho esto, sigamos con la actriz de la discordia. Partiendo de la base de que jamás entenderé el éxito de la española (ya sea en el terreno nacional como internacional),  pues no considero que sea una actriz buena, sino todo lo contrario y que se ha ganado su fama en América por méritos de cama que no profesionales, no entiendo cómo ha llegado a ser la actriz que casi roba el protagonismo al mítico capitán pirata. Y a los hechos me remito. La actuación de la actriz en la película confirma mi argumento. Sólo hay que verla.
Por otro lado, y siguiendo con la lista de mis decepciones, consiero que la cinta no está tan llena de aventura como en las anteriores se nos tenía acostumbrados. Al menos, esa fue mi sensación. En ciertas partes de la película pude aburrirme, y en otras pasé el rato. Pero, en definitiva, no disfruté como sí lo hice con las anteriores.